Cómo funciona un seguro de vida renovable

Uno de los seguros de vida más habituales que se comercializan en la actualidad es el seguro de vida anual renovable. También se conoce como TAR. Es un tipo de póliza muy versátil, por lo que es contratado por personas de todas las edades. Es un seguros que se contrata con la duración limitada de un año y que se va renovando periódicamente cada 12 meses, siendo siempre la renovación decisión del cliente. Las aseguradoras no ponen penalizaciones si se cancela el seguro.

Características de los seguros de vida anuales

La cuantía del capital asegurado es variable, decidiéndola el cliente. En general, no hay límite de cantidad, aunque hay que considerar que la prima que hay que pagar sube según el dinero asegurado. Normalmente, el precio se va incrementando paulatinamente, en función de la edad del asegurado: cuántos más años se cumplen, más cara es la póliza. Suelen tener un límite de 65 años, coincidiendo con la edad de jubilación más extendida. En ese punto, se modificarían sustancialmente las condiciones.

Los seguros de vida anuales renovables son muy prácticos y flexibles para personas y colectivos, ya que se pueden cancelar en cualquier momento

En general, estos seguros tienen unas coberturas básicas, cubriendo el fallecimiento, aunque se puede complementar contratando con coberturas extra, como las de invalidez permanente o enfermedad grave. Las primas que hay que abonar son también bastante económicas, por lo que es un seguro que contratan personas de todas las edades por los más diversos motivos. Además, algunos de estos seguros tienen la posibilidad de convertirse en permanentes en un momento dado.

Una parte de las primas aportadas se pueden recuperar pasado un tiempo, aunque esto queda en manos de cada aseguradora, ya que es un producto cuyas condiciones pueden variar de unas a otras.

Tipos de seguros de vida anuales renovables

Las pólizas de vida anuales renovables se pueden clasificar en dos grandes grupos:

Personales: los que se contratan de forma individual y que ofrecen cobertura a los allegados de la persona que contrata este seguro. Se contrata normalmente para garantizar la estabilidad económica de la familia por personas de muy diversas profesiones y edades.

Colectivos: son los que usan, por ejemplo, los empleados de empresas, los miembros de una cooperativa, etc. Estos seguros, además, tienen desgravaciones a la hora de realizar la declaración de la renta. Es muy adecuado para las plantillas de empresas, ya que el seguro la cubre independientemente de los cambios de la misma (bajas, altas, modificaciones, etc.)

Para no renovar el seguro, nada más fácil que comunicar a la aseguradora que no se desea contratar el seguro al año siguiente (suele hacerse una renovación automática), con la antelación que marca el contrato.

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